El jamón serrano recibe su nombre porque procede de la sierra. Estos cerdos se diferencian del ibérico porque son cerdos blancos y los ibéricos son cerdos negros. El serrano también es un animal alimentado con cereales y se utiliza ampliamente para una variedad de tapas y recetas tradicionales españolas. El jamón serrano tiene un alto valor nutricional y un sabor y aroma inconfundibles que lo convierten en uno de los mejores jamones españoles.

Curación


Estos cerdos se sumergen en sal marina y se cuelgan para secar durante los meses de otoño invierno, un ambiente adecuado en la Sierra que proporciona alta humedad para una buena absorción de sal. Luego en Primavera y Verano con las altas temperaturas y la baja humedad el jamón se convierte en un producto curado de suprema calidad y delicia gastronómica! Este proceso ha cambiado mediante el uso de tecnología imitando los métodos tradicionales para garantizar niveles de seguridad y calidad.
El jamón serrano se cura en seco hasta por un año o 18 meses, lo que da como resultado un sabor de textura más profunda y firme.
 
Cómo tallar y almacenar
 
Tallar a temperatura ambiente. Retire la capa de grasa de la parte superior y de los lados del jamón hasta que la carne quede expuesta. Nota: Si planeas consumir el jamón en 1-2 días puedes quitarle la grasa en su totalidad. Recorta la grasa a medida que lo cortas. Corta rodajas pequeñas y muy finas, incluida parte de la grasa que retiene gran parte del sabor. Recuerde cortar hacia abajo con el cuchillo y es mejor no usar una máquina rebanadora que pueda alterar el sabor agregando un sabor metálico que puede obstaculizar el sabor que tomó mucho tiempo para hacer especial. A medida que te acerques al hueso, será más difícil cortarlo. Para almacenar y evitar la exposición al aire puedes comprar cualquiera de nuestras fundas jamoneras que ofrecemos aquí . ¡También puedes cubrir con papel film film de carnicero o un paño humedecido con aceite de oliva!
¿Moho en tu jamón?
Por favor, no te preocupes por el moho en tu jamón ya que es un proceso completamente natural y muy común. El moho no afecta de ninguna manera la calidad de la carne, sino que es indicativo de una maduración y curación adecuadas. El moho crece en los jamones durante su largo proceso de curación y secado y tiene un efecto bioquímico sobre sus proteínas y grasas, determinante en las características finales y la calidad del producto. Este proceso natural ocurre de manera similar al moho que crece en los quesos. Es perfectamente normal verlo en un jamón. Lo que resulta es que para fines de venta y comercialización, el jamón se limpia con aceite para darle un aspecto más atractivo. El moho se puede eliminar de forma segura lavando el jamón con agua, aceite o una mezcla de dos partes de agua y una parte de vinagre. Simplemente limpia la superficie con un cepillo de cerdas, prepárala de la forma habitual y disfruta.
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